Deja de buscar las vacaciones perfectas, entrégate al verano slow

 

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Foto: Jon Usual.

 

¿Te ha pasado alguna vez que te has ido de vacaciones con un montón de recomendaciones de cosas que ver y no has visitado ni la mitad?

Si es tu caso, puede que hayas sufrido también el apuro posterior de tener que reconocer a la persona que te aconsejó que no seguiste sus indicaciones y que preferiste las vistas de una terraza a las de la torre Eiffel, porque esperar una hora de pie haciendo cola no es lo que tú entiendes por pasártelo bien.

Porque si algo tienes claro en esta vida es que no has nacido para estar quieta en una fila durante horas.

¿Y qué me dices de las playas a las que hay que ir a las 8 de la mañana para plantar la sombrilla y poner la hamaca?

¡¡Ni que fueras la socorrista y tuvieras que estar de guardia avistando posibles tiburones!! Lo siento pero rehúyo de las playas en las que hay que disputarse un centímetro de arena para poder extender la toalla. Lo cierto es que con esta lista de condiciones que me pongo a mí misma para elegir plan en verano he llegado a creer que  soy una pésima turista (lo de viajera ya son palabras mayores).

Pero estoy feliz porque acabo de descubrir que mi forma de disfrutar de las vacaciones tiene un nombre: slow travelling y no te lo pierdas: ¡¡¡está de moda!!!

Ahora que estoy diagnosticada me quedo mucho más tranquila…

En fin, que la etiqueta que le han puesto a lo que me pasa me viene de perlas porque ya tengo justificación cuando me pregunten a la vuelta de vacaciones y les diga que no he hecho nada de lo que me propusieron.

Dime la verdad, ¿a que tú tampoco soportas tener que seguir un plan a rajatabla y menos si lo han diseñado otros? Se me ocurre algo mucho mejor. Tirarme a la bartola en una playa o en el sofá de mi casa sin nada mejor que hacer que devorar un libro tras otro.

Pues chicas, estamos de enhorabuena, podemos hacerlo desde ya porque ahora tenemos más motivos que nunca.

El mundo moderno globalizado, insípido, ansioso y estresante ha llegado a su fin.

El verano es una estación en la que el cuerpo nos pide hacer las cosas más despacio, echar una siesta bajo la sombra de un árbol y saborear el aire libre hasta que el cielo se cubre de estrellas.

Por cierto, ¿has probado a pasarte horas mirándolas con la esperanza de ver una fugaz para pedirle un deseo? Es otra de mis perdiciones. Esa y la de ver las estelas de los aviones e imaginar qué personas y qué sueños van dentro.

Ah, y si no has pensado ir a ninguna parte en verano, este post también es para ti.

No hace falta tener una reserva en una isla paradisíaca ni soportar horas de espera en un aeropuerto para tener unas vacaciones de campeonato.

 Puedes tener un verano slow sin salir de tu cuidad o de tu pueblo, ¿quieres saber cómo?

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Pregúntale a Lola lo que es un verano slow. Autor Imagen: Usual.

 

  1.  Dedícate tiempo de calidad para darte un baño en el mar (o en la bañera de casa con sales) y céntrate en disfrutar del contacto del agua sobre tu piel.
  2. Descubre lugares nuevos (basta con hacer una ruta diferente a la habitual), explora a conciencia sitios que conoces o que nunca has visto, fíjate en todo lo que veas y escríbelo en un cuaderno.
  3. Busca un momento al día para respirar profundamente, hacer estiramientos, meditar, practicar yoga… Cualquier actividad que te permita hacer una pausa mental y reconectarte con tu interior.
  4. Despiértate y acuéstate con una sonrisa. Es un gesto sencillo y practicarlo atrae más momentos felices.
  5. Recupera esa afición o ese hobby que tienes aparcado o que nunca te has decidido a practicar. Es el momento de dar forma a ideas o sueños que has rumiado durante el invierno.
  6. Si te vas lejos, manda una postal (por correo, el de toda la vida) a quien tú más quieres.
  7. Apaga el móvil y deja las redes sociales por unos días. No morirás en el intento, creéme.
  8. Prepara una horchata casera (de las mías, sin azúcar) y llévatela fresquita al campo o a la playa para disfrutarla con tus amigos o tu familia.
  9. Cocina platos con mucho colorido, verduras de temporada y algas para refrescarte y recuperar las sales minerales que se pierden con el sudor.
  10. Baila, baila y baila sin parar, en soledad o en compañía, pero hazlo como si nadie te mirara y pudieras expresarte libremente con todo tu cuerpo.
  11. Desplázate en bicicleta, en patines o a pie. Cuanta más suela desgastes mejor dormirás.
  12. Toma el sol un ratito todos los días, con protector y cuando no caliente demasiado. No se trata de parecer un pollo asado ni de churruscarse la piel. El objetivo es cargarse de energía y sintetizar la vitamina D, tan importante para mantener la salud de los huesos.
  13. Conoce gente nueva, entabla conversaciones con las personas que se cruzan en tu vida. Si estás en ruta, guarda el GPS o el mapa y pregunta a los vecinos de la zona por dónde se llega al sitio al que quieres ir.
  14. Deja la montaña y la playa más limpias de lo que las encontraste (no hace falta que vayas recogiendo los deshechos de los demás, con que no tires los tuyos es suficiente).
  15. Renuncia a la idea de tener las vacaciones perfectas y dedícate a la simple tarea de disfrutarlas.
  16. Aléjate del ruido, rodéate de paz y de tranquilidad. La contaminación sonora ahuyenta el equilibrio que buscas.
  17. Desarrolla la curiosidad. No des nada por supuesto y hazte un montón de preguntas sobre los nuevos lugares que conozcas. Si no piensas viajar prueba a mirar con otros ojos lo que te rodea y replanteáte todo lo que creías que conocías al dedillo.
  18. Pero no lo analices todo con la mente de un adulto. Vive las cosas, déjate fluir y disfruta mirando el paisaje con los ojos de una niña.
  19. Organiza una escapada para dormir al aire libre, bajo las estrellas. Dicen que un cielo salpicado de estrellas es como un bálsamo para el alma.
  20. Practica lo simple también en verano: Recolecta moras, báñate en el río de tu pueblo, camina descalza sobre la hierba, sécate el pelo al sol, charla durante horas con las mujeres de tu familia…

¿Qué me dices? ¿Alguno de estos 20 tips entraba en tus planes para este verano? ¿Tienes muchos más y quieres compartirlos?

Soy toda oídos… cuenta, cuenta…

6 comentarios

  1. Pilo

    Totalmente de acuerdo contigo Joana!! Yo no hago colas de más de 10 minutos… 😉 Cuando sales fuera, saber de antemano los mejores sitios de cada destino ayuda mucho, pero sin obsesionarse. Lo más auténtico suele estar lejos de lo mas turístico.
    Y si me quedo en casa, a mi me sienta muy bien hacer labores y gestiones que no me da tiempo a hacer cuando trabajo, sin prisas…
    Felices vacaciones!!

    1. sugarnobaby Autor del artículo

      Eso es, Pilo!! Está bien ver cosas cuando viajas pero sin pasarse. Lo que dices, lo más interesante suele pasar lejos de los centros de «peregrinación». Un abrazo y que disfrutes tú también!!

  2. Susana

    Hola chica!, me gusta ese plan de vacaciones. Una duda a esa horchata puedo puedo ponerle azúcar moreno o sirope de agave? Y que cantidad, me encanta la horchata, pero es tan calórica, de esta forma no?

    1. sugarnobaby Autor del artículo

      Hola Susana!! Prueba a no añadirle azúcar. Haz la receta como te cuento en el post y verás qué rica y ligera. Te sentará genial!!

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