Viajeros reverdes: «La amabilidad es el lubricante de las relaciones humanas»

Hace un tiempo que los conocí. Fue un hallazgo casual y me quedé prendada de su decisión de llevar una vida calmada pero en constante movimiento.

Viajeros reverdes es un proyecto vegano creado por Javi (programador) y Sandra (diseñadora). Una pareja soñadora  que ha hecho realidad lo que quería: Practicar el slow travel y llevar un estilo de vida vegano, respetuoso con el medio ambiente y con el planeta.

Su seña de identidad es la amabilidad. Tiene que ver con una actitud de vida y no añade peso a una mochila de viaje que cada día es más ligera.

Bhaktapur (Nepal). Foto de Viajeros reverdes.

Bhaktapur (Nepal). Foto de Viajeros reverdes.

Si quieres saber cómo se las arreglan para  mantener una actividad profesional mientras viajan… aquí tienes la entrevista completa.

Antes de que sigas leyendo, te cuento algo más sobre los protagonistas de esta aventura. A Javi le gusta cuidar de las plantas, promover un estilo de vida sencilla y degustar un buen té chai sin importar dónde. A Sandra le entusiasma pasar horas y horas en la cocina, capturar momentos con su cámara de fotos y caminar descalza por la hierba.

¿Cómo nació el proyecto? ¿Por qué? ¿Para qué?

Cuando llegamos a la conclusión de que adoptar una dieta vegana era un paso natural que nos apetecía muchísimo dar, nos vimos inmersos en un mar de dudas y preguntas acerca de cómo podríamos hacerlo estando fuera de casa, en una zona ajena a nuestro control.

Este giro en el estilo de vida suponía un gran replanteamiento a la hora de enfocar un nuevo viaje a un país extranjero. Al cabo de pocos meses, vimos que con un poco de planificación, conocimiento acerca de la gastronomía local y muchas sonrisas, comprobamos de primera mano que todo es posible y más sencillo de lo que nos pensábamos.

Y así surgió Viajeros Reverdes, de la necesidad de comunicar a todos lo factible y gratificante que resulta viajar siendo vegano. Creamos el Blog como un punto de encuentro donde dar a conocer nuestras experiencias y que éstas puedan ser de utilidad a todas aquellas personas comprometidas con un turismo saludable, ético y sostenible.

Cuando viajáis cuidáis vuestra salud y seguís vuestros hábitos veganos… ¿en qué países es  más fácil? ¿Hay alguno que os haya hecho especialmente felices por su comida?

Hablando con otros viajeros veganos, coincidimos en que las creencias religiosas marcan una tendencia en la gastronomía local.

Comida vegana

Vegan food. Foto de Viajeros reverdes.

Por ejemplo, en los países donde predomina la religión musulmana, se consume mucha más carne que no en aquellos de índole budista, zoroastrista o animista, por decirte algunas. En el período de ayuno de los ortodoxos, también se intenta evitar cualquier ingrediente de origen animal y esta oferta verde queda patente en sus menús.

Por supuesto, esto son sólo teorías caseras en base a la experiencia previa pero que a nosotros nos funcionan y ayudan a hacernos una idea de lo que nos vamos a encontrar una vez allí.

Sin duda alguna, visitando lugares como Myanmar, Tailandia, Vietnam, Taiwán, Bali o Grecia, nos sentimos más felices que una perdiz.

lombok

Aquí tenemos la prueba de un vegano feliz viajando. Foto de Viajeros reverdes. Lombok (Indonesia).

 ¿Qué no puede faltar en vuestra maleta de viaje? Creo que el té matcha en polvo y la levadura nutricional son imprescindibles, ¿no? ¿Por qué?

Con los años hemos ido puliendo el peso de la maleta, ese gran dilema al que todo viajero se enfrenta. Por fin hemos acabado de comprender que no se necesita tanto y que por unos días en que no se tengan a mano esos alimentos a los que estamos acostumbrados, no pasa nada de nada, que el cuerpo es muy listo.

Para escapadas largas, si prevemos que en el lugar al que viajamos no dispone de una variedad gastronómica afable con los veganos, sí que solemos incluir levadura nutricional o algas deshidratadas, todo bien empaquetado, para irlas dosificando en casos de urgencia.

Otros alimentos beneficiosos como el té matcha o el aceite de coco, los compramos in situ y en cantidades pequeñas una vez en el país productor para promover el comercio local. Así lo vamos consumiendo a medida que vamos viajando.

¿Cuál es vuestra filosofía de vida? ¿La lleváis de viaje con vosotros?

Nos gusta el slow travel, la vida sencilla, la comida sana, la naturaleza, los animales y todas las personas que habitan este mundo.

El hecho de haber reducido las pertenencias o incluso nuestra jornada laboral, tanto de viaje como en casa, nos ha ayudado a dejar entrar otras cosas mejores. Disponemos de tiempo de calidad y sentimos que la vida es más liviana cuando se prescinden de pesos triviales.

Le dais mucha importancia a la amabilidad… ¿Derrocháis afabilidad por el planeta porque sí? ¿Sin más?

florencia

Florencia al fondo. Foto de Viajeros reverdes.

La amabilidad es el lubricante de las relaciones humanas. No importa dónde ni cuándo. Ni siquiera si tu día no ha sido de los mejores o si no se habla el mismo lenguaje.

Ser amable tiene que ver más con un talante interior que comporta un beneficio conjunto y una ampliación del círculo de bondad. No hay que ser selectivos con ella, simplemente derrocha afabilidad por doquier.

Y de viaje, cuando somos extraños que visitan en casa ajena, es cuando hay que practicarla con más motivo. Como siempre decimos, nos gusta ser amables porque saca nuestro lado más humano, hace sentir bien a los demás y nos hace creer en que esta actitud deja el mundo un poquito mejor de lo que estaba hace cinco segundos.

¿Para vosotros viajar es un placer? ¿Una necesidad para manteneros vivos, despiertos? ¿Buscáis aprender? ¿Inspiraros?

Defendemos que viajar es, de lejos, la mejor terapia para dejarse de mirar el ombligo. Sería algo así como recolectar muchas lentes que nos ayudan a afinar y a ampliar los matices de la mirada. La consecuencia directa es que podemos lograr una mayor comprensión de nuestro papel en el mundo tanto a pequeña como a gran escala.

Capadocia

Sandra, de Viajeros reverdes, en Capadocia (Turquía).

Las altas concentraciones de estímulos que se reciben al viajar, remueven sistemas de creencias muy aposentadas. Cuestionarse lo ya cuestionado, relativizar la objetividad de las cosas, desaprender para volver a cultivarse. Eso nos mantiene despiertos porque la exploración exterior acaba encontrando su lugar en el interior y eso forma parte del continuo aprendizaje de la vida.

Sería fantástico que todo el mundo pudiese coger la maleta más frecuentemente para descubrir una y otra vez que nada es como nos lo han contado y entonces, regresar con una amplitud de miras más afable con el mundo. No importa la duración sino la intención de aprender y la calidad de lo vivido.

A todo esto… ¿os ganáis la vida haciendo lo que más os gusta? ¿Cómo lo habéis logrado?

Ahora ya no es nada extraño conocer a viajeros nómadas que compaginan su vida laboral estando de viaje pero hace seis años era poco común.

Siempre nos ha entusiasmado viajar y año tras año, fuimos alargando los viajes hasta darnos cuenta de que era más que posible compatibilizar el placer de viajar con las labores profesionales. Esto se ha transformado en una experiencia gratificante que nos tiene enganchados desde el primer momento.

¿Cómo lo hemos logrado? Reduciendo la jornada laboral, desprendiéndonos de cosas innecesarias y elaborando una lista de prioridades que nos aportan calidad a nuestras vidas.

Por ahora, hemos vuelto a casa para reordenar experiencias, volver a retomar rituales que nos aportaban orden y lanzar algunos proyectos que tenemos en mente. Pero que quede claro que hay Reverdes para rato 😉

 

Toscana

Javi y Sandra en La Toscana (Italia).

¿Qué futuro le veis a los llamados «negocios verdes» como el vuestro?

Estamos maravillados ante el auge de este tipo de negocios que nacen desde el cuestionamiento y la voluntad de querer hacer algo por el mundo y por las futuras generaciones venideras.

Necesitamos un sentido de unidad, no una idea de unidad y sobretodo rendirnos ante aquello que sabemos que es bueno para todos. Es hora de empezar a pensar en convivir y no simplemente vivir.

Como dijo Charles Chaplin, “No debemos tener miedo a cuestionarnos. Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

La última pregunta no guarda relación directa con vuestro proyecto pero como personas conscientes y que viajan por el mundo… ¿qué sentís al ver el drama que viven miles de personas que huyen de las guerras en sus países y piden asilo en Europa?

Por pura chiripa cósmica nos ha tocado estar al otro lado. Por haber nacido en el viejo continente, tenemos la gran suerte de disponer de un pasaporte con el que podemos movernos fácilmente a cualquier parte del mundo (y nos reciben con los brazos abiertos a nosotros y a nuestro dinero).

Las decisiones desacertadas que toman los que se encuentran en un nivel de mando superior, acaban por afectar a los ciudadanos que sin quererlo ni beberlo, se ven obligados a abandonar con tristeza su vida anterior para empezarla con dignidad en otro lugar.

Deberíamos releer más la historia ya acontecida para evitar tantas guerras egocéntricas entre países separados por el hombre y que están basadas en intereses banales que no hacen más que causar dolor y sufrimiento injustificado.

myanmar

Myanmar (antigua Birmania). Foto de Viajeros reverdes. Todos tenemos el derecho a la oportunidad de empezar de nuevo sin importar de dónde venimos.

 

Un comentario

  1. sugarnobaby Autor del artículo

    A mí me dan una envidia increíble… Su experiencia de vida engancha y atrapa. Salud y larga vida para Viajeros reverdes!!

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