
Empezar al día sin prisas debería ser tu máxima
Empezar la mañana con calma es uno de mis planes favoritos. Lo hago cuando puedo, el fin de semana o en vacaciones. A tres días de la Semana Santa estoy contando las horas para que llegue el jueves y organice mi día como me venga en gana.
No voy a dejar de trabajar y seguramente tendréis noticias mías pero seré yo quien decida a qué hora y por cuánto tiempo me pongo a teclear.
Sólo de pensarlo…me llena de orgullo y satisfacción (como diría uno que tú y yo sabemos, jiji). No tengo planes a la vista, ni escapadas en mente porque voy a tener la agenda muy completa con sugarnobaby y si me queda tiempo, lo perderé por ahí, donde el cuerpo me pida y el bolsillo me alcance.
Pero una cosa sí que tengo clara, necesito repararme (la RAE define reparar como arreglar algo roto pero también como restablecer fuerzas o reflexionar). Llevo muchas semanas en las que el tiempo para mí no corre sino que vuela y no consigo sacar una hora al día para gastar suela y mover la linfa.
Sé que esto es temporal, hasta que acabe un proyecto en marcha, pero me ha llevado a reflexionar sobre la importancia de que hagamos ejercicio.
Muchas personas quizá piensan que hacer deporte es bueno porque ayuda a quemar calorías y a mantenerse en el peso o porque también da tono a la musculatura y eso hace que su cuerpo sea más bonito y esbelto.
Por supuesto que es así pero a lo mejor no sabes que ponerte en movimiento te ayuda también a desintoxicarte.
Una simple caminata hace que tu líquido linfático se mueva por todo el cuerpo, limpiando tu organismo de toxinas y virus.
Esto es posible gracias al sistema linfático que todos tenemos, un sistema de limpieza casi perfecto que necesita que lo bombeemos para activarse a través de la contracción muscular y de la actividad física.
Andar a paso ligero es uno de los mejores ejercicios para reactivar el sistema linfático y es algo que puede hacer cualquier persona y a cualquier edad (los que tengan problemas de movilidad están perdonados en esta ocasión).
Es importante que sepas de su existencia y de cómo funciona porque si le das una buena vida tu sistema linfático hará cosas tan alucinantes por ti como absorber los excesos de fluidos, grasas y desechos de tu cuerpo serrano.
Si te olvidas de él y dejas que se estanque la linfa, se acumularán los excesos y luego vendrán los problemas a tocarte las narices.
En cambio, mantenerlo sano y activo, hará que tu salud mejore y que las toxinas y cosas nauseabundas que no quieres para ti se vayan por donde vinieron y bien rapidito, a poder ser.
Espero que a estas alturas del post ya tengas bien claro que hagas lo que hagas esta Semana Santa, lo que no vas a practicar es el «tumbing».
Si después de este post te conviertes al deporte y empiezas a romper zapatillas como un@ loc@ házmelo saber porque igual tengo que arreglar cuentas con alguna marca deportiva.
Felices vacaciones!!! Adiós suelas!!!
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