Las ancianas deciden su camino con el corazón

Foto encontrada en Pinterest. Cuánta belleza desprende!!!

Foto encontrada en Pinterest (no sé quién es el autor o autora). Qué mujer más bella…

Hoy no voy a hablarte de lo que puedes comer para depurarte, para sentirte mejor o para recuperar el equilibrio. No todo en la vida se reduce a la comida, ¿no?

En esta ocasión quiero pedirte que te pares a pensar sobre las relaciones personales que mantienes y sobre si crees que te alimentan y te nutren. ¿Eres una persona que decide con libertad o que está sujeta a la aprobación de los demás?

Hay un libro que me encanta y que habla de todo ello y de cómo la vida interior va ganando espacio a medida que las personas se hacen mayores.

Es un manual de sabiduría concentrada, como dice su autora, Jean Shinoda Bolen, y aunque ella escribe pensando únicamente en las mujeres ancianas sabias, podríamos extenderlo también a los lectores masculinos y extraer enseñanzas para todos, al margen del sexo.

«El miedo a ser un pelele o la fantasía de dejarse arrastrar imperaba en sus vidas (…). Sólo más tarde comprendían lo mucho que ellas mismas y otros seres inocentes sufrían al mantener tal actitud.

Se habrían podido evitar graves consecuencias si tan sólo las mujeres hubieran ido más despacio y actuado de manera más reflexiva a la hora de tomar una decisión.

También aprendieron la lección aquellas mujeres que se dejaron convencer y abandonaron lo que para ellas era importante en el pasado y, ahora ancianas, se niegan a ser manipuladas o empujadas a actuar según los dictados de otro.

(…)

La rabia ignorada, el resentimiento, la hostilidad o la tensión resultante del miedo o la ansiedad pueden aflorar como dolor o sufrimiento en forma de un ataque de asma, un trastorno intestinal, insomnio o erupción cutánea.

Una anciana escucha el mensaje que se oculta entre los sentimientos y el cuerpo; y este mensaje le lleva a buscar una respuesta interior a la pregunta «¿qué está pasando?» cuando un síntoma físico que le resulta familiar reaparece.

(…)

Si eres una mujer que ha disfrutado de la vida y a quien su consabida carga personal de sufrimiento humano no ha conseguido amargarte, con toda probabilidad te convertirás en una anciana sabia y experimentada; lo cual significa que serás capaz de saborear lo bueno que te ofrezca la vida».

Extracto del libro «Las brujas no se quejan», de Jean Shinoda Bolen.

Dedicado a una mujer a la que admiro profundamente y que ha pensado siempre en los demás antes que en ella. Ahora, en la madurez, busca la libertad perdida y perdonarse a sí misma por demasiadas renuncias.