En la macrobiótica y en la cocina asiática la vaporera es un instrumento de cocina muy utilizado. La cocción al vapor es muy práctica y sana porque en pocos minutos tienes listas las verduras, sin perder vitaminas, y con todo su sabor.
Además, comer verduras al vapor después de una larga jornada de trabajo te puede ayudar a relajarte, sobre todo si son dulces como la calabaza, la zanahoria, la coliflor o la cebolla.
Y si lo que quieres es comer algo nutritivo y bajo en grasas, es el utensilio perfecto. No necesita sal ni aceite para su cocción. Así que otro punto a su favor.
Ah, y por si ésto fuera poco, no tienes ni que fregarla. La vaporera de bambú se limpia debajo del chorro de agua caliente, sin usar jabón.
Su uso es muy sencillo. Agregas unos dos centímetros de agua en una cazuela en la que la vaporera no toque el fondo y se apoye en los bordes. Enciendes el fuego y lo pones medio-alto, a continuación, repartes las verduras cortadas y troceadas en las bandejas de la vaporera y esperas a que el agua hierva. Te aconsejo que coloques las verduras más duras en la bandeja inferior y las que se hacen más rápido en la superior.
Así, si quieres cocer coliflor y brócoli, conviene que la coliflor esté dos minutos o tres más al fuego. Por tanto, pones la coliflor con otras verduras más duras como la zanahoria o la calabaza en la bandeja inferior y el brócoli y unas hojas de col en el plato superior.
Pasados cinco o seis minutos, retiras la bandeja con las verduras que se hacen más rápido y dejas que se sigan cociendo un poco más el resto con la tapa. El tiempo que te digo es aproximado, comprueba con un tenedor si las verduras están hechas.
Pruébalo, te sorprenderá¡¡ Te dejo un vídeo en el que lo explico brevemente.
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