Si los tés comerciales se tuestan en hornos, el té bancha se seca al sol y no tiene aditivos ni apenas teína.
Las hojas de este té se recolectan a los tres años de estar en la planta, lo que le da una personalidad propia y una gran cantidad de minerales y vitaminas. Proviene de la planta del té verde.
Es rico en calcio, muy fácil de digerir y, además, tonifica y alcaliniza la sangre.
Al igual que el kukicha, es un té que ayuda a combatir el cansancio, sobre todo si le añades un chorrito de shoyu.
A la hora de prepararlo, requiere una cierta ceremonia, no muy complicada. Basta con hervirlo durante tres minutos, dejarlo reposar y colarlo. Por litro de agua se pueden añadir dos cucharadas soperas de té pero prueba a hacerlo con menos cantidad de agua y a cogerle el punto de sabor que a ti te gusta. Cuantos más minutos se esté haciendo en el fuego, más sabor tendrá.
El resultado es un té muy aromático pero suave y de color verde.
Se vende a granel y empaquetado, en herboristerías, tiendas de dietética y en establecimientos de productos ecológicos.
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