Una vez a la semana me gusta dar rienda suelta al institinto panarras que hay en mí y desayunar un par de tostadas pero de las mías.
Siempre elijo un pan de calidad, en este caso es integral, de trigo candeal. Lo compro ya cortado en rebanadas y lo congelo porque como pan de vez en cuando y si no, se quedaría duro.
Lo primero de todo, preparo un té. En este caso he elegido un té bancha, que lo he hecho durante unos diez minutos y lo dejo reposar. Luego saco el pan del congelador y lo meto a la tostadora. Me gusta el sabor del aceite en el pan y me preparo mi propio pan «tumaca». Los ingredientes los aprendí de Javier Arocena y me parece que es una combinación perfecta y deliciosa.
Echas unas gotitas de aceite de oliva sobre el pan, a continuación le das un toque macrobiótico con un poquito de tamari y para rematar, espolvoreas por encima canela en polvo. Un desayuno perfecto para un día aún mejor¡¡