Un remedio efectivo y natural para aliviar el dolor de riñones, de la menstruación o incluso para las diarreas son las compresas de sal.
Su elaboración es bastante sencilla, tan sólo necesitarás sal gruesa, una bolsa de tela fuerte o un calcetín de lana.
Calientas la sal en una sartén sin dejar de removerla con una cuchara de madera y cuando esté caliente, la metes en una bolsa de tela. Si es de lino, mejor, porque tiene una resistencia muy alta al calor.
Conseguirás una cataplasma con una energía de calor muy concentrada pero cuidado con quemarte. No te pongas la compresa directamente sobre la piel, cubre con una mantita de lana la zona que quieres aliviar para evitar el contacto directo de la bolsa de sal.
Tampoco la pongas sobre los riñones porque sería un calor demasiado fuerte para ellos, con que la coloques unos centímetros más abajo será suficiente para calentar toda la zona.