Archivados bajo la etiqueta: recetas macrobiótica

Lo que pasa cuando comes bien

Diseñar un menú semanal puede ayudarte a comer mejor

Diseñar un menú semanal puede ayudarte a comer mejor

Muchas personas todavía piensan que cocinar es una pérdida de tiempo y que lo que comen no influye en sus vidas. Como mucho, pueden llegar a creer que dependiendo de si su menú tiene más o menos grasa les hará engordar. Pero hasta ahí.

Este post no va dirigido a ese grupo de gente (o sí) sino a los que han dado el paso de cambiar algunos hábitos que no les hacían sentirse bien consigo mismos o a quienes hace muchos años que descubrieron que la alimentación puede ser una herramienta para conseguir más salud y para ayudar a hacer un planeta más sostenible y feliz. leer más

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Txitxarro (jurel) en escabeche

Me gusta como aperitivo

Me gusta como aperitivo

Estamos a pocos días de la Navidad y como imagino que tendréis cosas mejores que hacer que pensar en el menú, aquí vengo yo con algunas propuestas para que no le déis mucho al tarro y tampoco caigáis en la rutina de todos los años.

El plato de este post yo lo tomaría como aperitivo, es txitxarro escabechado y es muy cómodo para el cocinero o cocinera porque te permite tenerlo preparado con antelación en la nevera y justo servirlo a la hora de sentarse en la mesa.

Ingredientes: 1 txitxarro + 1/2 cebolla + 2 dientes de ajo + 5 granos de pimienta negra + 2 hojas de laurel + 1 dl de vinagre de manzana + 1/2 dl de aceite + sal + 2 dl de agua

Elaboración: Compra un txitxarro bien fresco y una vez limpio, lo cortas en lomos y con paciencia retiras todas las espinas con ayuda de una punta y de una pinza (la de las cejas va genial).

Te habrán salido dos lomos pero para que quede más bonito al decorar en el plato, les das un corte a la mitad y así tendrás cuatro lomitos.

Los salas y los haces a la plancha con un fuego alto para que se dore la piel y quede más apetecible. Los haces unos minutos pero sin que se cocinen del todo. Los reservas en un plato.

A continuación, cortas la cebolla en juliana y los ajos en láminas y lo pones a pochar. Una vez que esté la cebolla blandita y el ajo dorado, agregas las hojas de laurel pasadas por el grifo, la pimienta y el vinagre.

Dejas que reduzca un poquito el vinagre y añades el agua. Lo pones a hervir y pasados dos minutos aproximádamente apagas el fuego. Una vez que el líquido se haya enfriado o templado, metes dentro el txitxarro y lo dejas en el frigorífico.

Estará más rico si lo comes al día siguiente porque habrá cogido todo el sabor del escabeche. Es un placer comer un txitxarro sin ninguna espina y con el sabor delicado pero potente del escabeche.

El txitxarro es un pescado azul (tiene más de un 5 % de grasa) que cada vez está más cotizado, sobre todo si ha vivido en aguas muy frías.

En Galicia recibe el nombre de xurelo, en Asturias chicharru, en Cataluña y la Comunidad Valenciana sorell. En Brasil  se le conoce como olhete, en Chile palometa. Si vas a Francia lo conocerás como chichard, en Inglaterra es horse mackerel,  en Alemania lo llaman stöker, en Italia surbo y en Portugal lirio serra.

 

 

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Pastel de mijo «amalur» (madre tierra)

No hay quien se resista a darte un bocado¡¡

No hay quien se resista a darte un bocado¡¡

El 23 de septiembre de 2014 fue un día feliz porque el periódico más vendido en el País Vasco, El Correo, (en Gipuzkoa El Diario Vasco, los dos del Grupo Vocento)  llamó a mi puerta y me pidió que hablara de la macrobiótica y propusiera una receta para otoño. La respuesta por mi parte fue un sí más grande que una catedral, como te puedes imaginar, y allí que salí en el suplemento trimestral de gastronomía de este diario, «Sukaldean» (en la cocina), a toda página!!

Fue un subidón tener la oportunidad de salir en un medio generalista como blog invitado y quiero dar las gracias a Aitor Alonso, coordinador de este suplemento, por abrirme las puertas de «Sukaldean».

Intenté dar unas pinceladas de lo que es la macrobiótica y presenté una receta típica otoñal que improvisé para la ocasión. Te dejo aquí las fotos del recorte de prensa y la receta. Espero que te chupes los dedos con ella. Feliz otoño!!

Toma página!!

Toma página!! La foto en la que salgo yo es de Jon Usual!! Gracias crack, una vez más!!

 

Fotos de la receta…

El pastel recién sacado del horno

Texto íntegro del periódico…

Pastel de mijo “Amalur”

 

Aunque lo he bautizado con un nombre en euskera este pastel es macrobiótico por los cuatro costados y es uno de los imprescindibles del otoño, cuando la naturaleza busca el reposo y nosotros cambiamos las ensaladas y los platos fríos por los humeantes, que nos reconfortan.

En macrobiótica (del griego “gran vida”) no se cuentan las calorías ni se pesan los alimentos, en cambio se tiene en cuenta su efecto energético cuando los comemos. Así, se clasifican en yin si enfrían, expanden, dispersan y vuelven pasiva a la persona o en yang si provocan lo contrario.

No es una simple dieta, es una filosofía de vida, y aunque tiene sus añitos (mediados del siglo XX) y viene de Japón, a día de hoy parece estar más de moda que nunca en Occidente, quizás porque cada vez hay más interés por una forma de comer y de vivir que empodera a las personas, ya que les devuelve el control de su salud y de su felicidad.

Por no hablar de los efectos que tiene a nivel interno y que se ven en el cuerpo físico. Yo estoy convencida de que seguir esta práctica de vida rejuvenece por dentro y por fuera, y si no que se lo digan a Madonna!!

Pero como a diferencia de la diva del pop el resto de los mortales no tenemos un cocinero macrobiótico en casa que nos prepare un menú balanceado y alcalino, cuando viene una persona a mi consulta para que le enseñe a comer según los principios de la macrobiótica, le resumo diciendo que el quid de la cuestión consiste en volver a la dieta de nuestros abuelos y comer más cereales, legumbres y verduras de temporada, como las que he escogido para la receta que aquí os presento.

El ingrediente principal de este plato es el mijo, un cereal muy consumido en Oriente que combate la fatiga intelectual, la anemia y que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, un superalimento que todo el mundo debería conocer y que no tendría que faltar en la mesa de las personas diabéticas. Y atención, no tiene gluten!!

Es todo un señor cereal y acompañado con calabaza y cebolla es una bomba nutritiva que además alimenta aquellos órganos que necesitan su ración diaria de sabores dulces pero de forma natural, sin azúcar.

Llega el otoño y apetecen los platos que nos dan calorcito interno y que nos preparan para los meses fríos que nos esperan y que serán bastantes. Más de los que yo quisiera, seguro.

Y ahora… ¡¡todo el mundo a la mesa¡¡

 

Ingredientes:

1 taza de mijo + 2 cebollas + 1 trozo grande de calabaza + aceite + sal + shoyu +caldo vegetal + almendras

 

Elaboración:

1/ Picas finas las cebollas y las pochas en una cazuela tapada con un poquito de aceite y sal durante 25 minutos a fuego lento.

2/ Añades la calabaza cortada en trocitos pequeños y la aderezas con un chorrito de shoyu (salsa de soja).

3/ Vuelves a tapar la cazuela y pasados unos minutos, cuando la calabaza se empiece a ablandar, la aplastas con un tenedor y la mezclas bien con la cebolla.

4/ Lavas una taza de mijo en un bol grande con agua y lo cuelas. Repites este proceso unas tres veces, hasta que el agua salga limpia.

5/Agregas el mijo a la cazuela, lo rehogas todo junto y añades tres tazas de caldo vegetal y una pizca de sal cuando empiece a hervir.

6/Bajas la intensidad de la llama a un fuego medio, lo tapas y lo dejas 25 ó 30 minutos, hasta que el líquido se haya evaporado completamente y el cereal esté bien hinchadito.

7/Lo dejas reposar unos 5 minutos y untas con aceite la base de una bandeja para horno, a la que luego añadirás el mijo y lo apretarás bien con una cuchara grande, dándole forma de pastel.

8/ Antes de meterlo al horno, tuestas en una sartén un puñado de almendras y las machacas en un mortero. Las espolvoreas encima del pastel y por encima lo rematas con una besamel vegana.

 

Ingredientes besamel vegana: 300 gramos de coliflor + 2 cebollas + aceite + sal + leche vegetal + nuez moscada + pimienta negra + miso blanco

 

Elaboración besamel:

1/Pochar las cebollas con un poquito de sal, añadir la coliflor cortada en flores y agua (sin que la cubra).

2/Dejar hervir unos 20 minutos. Aderezar con sal, pimienta negra molida y nuez moscada.

3/Batir la coliflor y la cebolla sin el líquido de la cocción, añadir un chorrito de leche vegetal y una cucharada de miso blanco para espesar la salsa y darle un sabor más dulce.

 

Más fotos… #homemade

Con las almendras espolvoreadas por encima

Con las almendras espolvoreadas por encima

 

 

A continuación, echar la besamel vegana por encima

A continuación, echar la besamel vegana por encima

 

Directo al horno!!

Directo al horno!!

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Bon voyage!!

Tomando el sol

Con semejante bañador ¿quién es la guapa que se depila las ingles?

El verano, ese momento tan esperado durante todo el año, empieza a decaer y todo lo que se haya «cocido» en ese momento de máxima expansión tendrá su vuelta en el otoño. Es tiempo de cuidarse, de mimarse, ahora sí, y no basta con tumbarse a la bartola a tomar el sol. Si has abusado de alimentos y bebidas yin tienes muchas papeletas para agarrarte un buen catarro o gripe este otoño. Pero no temas, estás a tiempo de reparar lo que parece irreparable o al menos de intentarlo.

Al volver a casa, retoma tus hábitos sanos y considera la posibilidad de hacer una dieta limpiadora durante unos días. Vuelve a correr, a caminar, a hacer yoga, a nadar o a meditar. Limpia también tu jardín, tus plantas o tu huerta. Renueva con aire nuevo tu casa, empéñate a fondo en dejarla bien limpia y empieza a hacer realidad lo que has soñado que harías entre cabezada y cabezada junto al mar.

Viaja ligero

Viaja ligero

Aquello que no te hace feliz no lo vuelvas a llevar en tu maleta. Para viajar, mejor ir con poco peso aunque sea con maleta de ruedas. Si viajas con compañía elige personas con las que tengas cosas en común y con las que disfrutes.

¿Existen trenes así?

Uno de mis transportes favoritos es el tren

Si viajas en tren elige cama blanda. Eso lo aprendí en China después de una noche en un desvencijado vagón atestado de mujeres chinas con sus hijos. No había un solo hombre, salvo mi acompañante, que no era chino y que al igual que yo no podía creer que aquello le estuviera pasando. Al parecer, los hombres no soportaban aquellos vagones y aquellos camastros, cosa que sí hacían sus anegadas esposas.

Nunca olvidaré aquella noche. Yo, hecha un ovillo en mi litera, oyendo el traqueteo del tren, sudando a mares por la humedad y con una sonrisa de felicidad de oreja a oreja porque por primera vez tuve la sensación de que realmente estaba viajando.

¿Despedida o recibimiento?

¿Despedida o recibimiento?

 

 

 

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Hamburguesas de calabacín

Son jugosas y sabrosas y no necesitas comprarlas, se hacen en un periquete

Son jugosas y sabrosas y no necesitas comprarlas, se hacen en un periquete

Una de las cosas que más feliz me hace es cocinar platos nuevos y «bordarlos».  El último hallazgo de esta semana han sido las hamburguesas de calabacín. Encontré la receta en haztevegerariano.com pero como no me gusta seguir las cosas al pie de la letra, me la he reinventado y el resultado me ha conquistado.

Las cantidades de la receta son para dos personas. Son muy fáciles de hacer y hasta pueden ser un juego si tienes niños en casa y quieres entretenerlos.

No te digo nada si no sabes cómo darles verduras sin que te tuerzan el morro. Tienen un sabor muy rico y no se darán cuenta de que están zampándose calabacín con puerro.

Si eres de los que compran habitualmente hamburguesas vegetales, te ahorrarás un buen pico haciéndolas tú mismo y encima son mil veces más sabrosas.

¿Quieres ver cómo las hago?

Ingredientes: 1 calabacín + 1 puerro  + 4 cucharadas de pan rallado + 6 cucharadas de copos de avena finos + 8 cucharadas de harina de trigo integral + 1 cucharadita de bicarbonato (o levadura en polvo) + 100 ml de leche vegetal (arroz, avena o soja) + 2 cucharadas de aceite de oliva + 2 cucharaditas de sal + 1 cucharada de ajo en polvo + 1 cucharada de comino + pimienta negra molida (al gusto)

Elaboración: En primer lugar mezclas en un bol mediano o grande el pan rallado, la harina integral, los copos de avena, el bicarbonato, la sal, el ajo en polvo, el comino y la pimienta negra molida.

A continuación, añades el aceite y la leche vegetal y lo remueves todo con una cuchara hasta que te quede una pasta homogénea. Si ves que está demasiado seca puedes agregar un poquito más de leche vegetal pero tampoco te pases porque luego tendrás que poder manejar la masa para hacer tus hamburguesas.

Reservas la masa en el bol y pelas y cortas muy finito el calabacín y el puerro. Lo pochas con un poco de sal y aceite en una sartén. Cuando esté hecho, lo añades a la masa y remueves bien para que se reparta perfectamente. Prueba para ver si está sabroso o si necesitas añadir un poco más de ajo en polvo o de comino.

Calientas una sartén con un poquito de aceite en la base y haces pequeñas hamburguesas con ayuda de una cuchara y de tus manos bien limpias. Aunque te parezca una masa muy pringosa no te preocupes, una vez que la pongas en la sartén con el aceite caliente empezará a hacerse y ya no se romperán.

A mí me gusta hacerlas pequeñas porque son más fáciles de manejar y porque me parecen más bonitas. Con que las calientes unos minutos por cada lado, hasta que estén doraditas, es suficiente.

Me gusta servirlas con una ensalada o con unos chips de boniato. Prúebalas, no te defraudarán¡¡

 

 

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