Los alimentos refinados como la pasta y el arroz blanco, son diabetógenos por lo que, consumidos en grandes cantidades y a lo largo de los años pueden derivar en diabetes. Los diabéticos pueden comer cereales integrales pero menos cocidos que las personas sanas, igual que las veduras, que deberían comerlas más «al dentes».
Los cereales y la pasta integrales son fuente de salud porque estimulan el intestino, nutren la flora intestinal y aumentan las defensas.
Además, mantienen los niveles de glucemia adecuados en la sangre, producen una energía saludable durante todo el día y son muy nutritivos.
En el caso del arroz, tiene muchas vitaminas, incluída la B12, y al comerlo integral, nos aprovechamos de sustancias anticancerígenas que están en la cáscara.
Por si todo esto no fuera poco, ten en cuenta que el 12 por ciento de la población española tiene diabetes tipo 2, un 4 por ciento la padece pero no lo sabe y otro 11,6 por ciento está en riesgo de desarrollarla.
Yo creo que hay suficientes motivos como para empezar a comer cereales integrales, ¿no crees?