Ingredientes:un calabacín + dos cebollas + aceite de sésamo + agua o caldo + sal + shiro miso (miso blanco)
Elaboración: esta crema es fácil y rápida de hacer. Basta con untar la base de la cazuela con un poquito de aceite, añades la cebolla cortada en cuatro trozos, la rehogas con un poquito de sal. Unos minutos más tarde, añades el calabacín cortado en trozos grandes y vuelves a rehogarlo con otro poquito de sal.
Después, cuando veas que la cebolla y el calabacín empiezan a cambiar de color, echas agua o caldo. Yo suelo tener reservada agua del caldo de cocción de pasta, si es que he hecho un día antes pasta, y así, la comida tiene un sabor mucho más rico y potente. Si no, con agua o con un caldo que hagas tú antes. Lo que te decía, echas el agua o el caldo sin que cubra todo el calabacín y al darle un hervor, rectificas de sal.
Entonces, bajas el fuego y lo dejas a una potencia media. Pasados 10 minutos miras a ver cómo está la verdura. Si ya está blandita, la crema estará hecha. Yo suelo tenerlo más tiempo porque me gusta más el sabor pero hay gente que prefiere que las verduras no se hagan tanto.
Apagas el fuego y añades una cucharada sopera de shiro miso (miso blanco). Dejas que se deshaga un par de minutos y lo pasas por la batidora o por el chino.
Es una crema muy suave y con un toque dulce del shiro miso. Además, te aprovechas de todas las propiedades beneficiosas del miso. Perfecta¡¡