Es el postre por excelencia del otoño y del invierno… dulce, suave y calentito… Tiene el poder de endulzar cualquier episodio amargo de tu vida, al menos por unos momentos. Es una forma de darle a tu cuerpo el dulce que necesita y de paso, prepararte para los duros días de frío.
Ingredientes: manzanas, a veces combinadas con peras + un palito de canela en rama + un limón pequeño + un chorrito de zumo de manzana ecológico + una pizca de sal + kuzu
Elaboración: pelas las manzanas, al menos cuatro si es para una o dos personas, las cortas en rodajas, las pones en una cazuela con tres o cuatro dedos de agua (sin que las cubra). Lo pones a hervir, añades un poquito de sal, la canela, un limón exprimido y un chorrito de zumo de manzana.
Bajas el fuego y lo dejas cocer lentamente. Cuanto más tiempo esté en el fuego, más dulce quedará. Yo te recomendaría un mínimo de 20 minutos. Un ratito antes de apagarlo, disuelves una cucharada de kuzu con un poquito de agua y lo agregas a la compota.
Cogerá un color blanquecino, entonces, remueves la compota con una cuchara de madera unos minutos y listo¡¡¡
Ya puedes disfrutar de esta maravilla de postre, que es así de sencillo y así de delicioso y que gusta a todo el mundo. Además, es apto para cualquiera, por muchas limitaciones que tenga en su alimentación, y es especialmente bueno para quienes tienen problemas con su aparato digestivo y para quienes no van al baño con la frecuencia que deberían.
Si eres una persona muy friolera y tienes incluso aversión al invierno, éste postre es para ti.