La relación entre el azúcar, la osteoporosis y las caries es algo aún desconocido para muchas personas. Si no, no me explico cómo hay tanta gente preocupada con tomar suplementos de calcio mientras se echa un azucarillo o dos al café.
No digo ya nada de la obsesión por tomar leche y yogures. En fin, eso ya es para otro capítulo aparte. Veamos qué pasa con el azúcar cuando lo comemos.
El azúcar refinado es muy alcalino y al ingerirlo, el estómago busca equilibrarlo segregando ácido, lo que puede derivar en úlceras de estómago.
Por otro lado, nuestra sangre es ligeramente alcalina y cuando el azúcar llega a la sangre, se produce también una reacción ácida, por lo que la sangre se acidifica.
Nuevamente, el cuerpo tiende a buscar el equilibrio y entonces acude a buscar minerales a nuestra reserva interior.
Si comiéramos azúcar de vez en cuando, no pasaría nada porque los minerales de la comida diaria y los de nuestra reserva corporal serían suficientes.
Pero el problema está en que tomamos alimentos azucarados cada día y en más de una ocasión, por tanto, las reservas se quedan cortas y el cuerpo recurre a los minerales de huesos y dientes.
Con el paso de los años, esta extracción de calcio de los huesos y de los dientes para equilibrar el efecto del azúcar conduce a osteoporosis, debilitamiento general y caries.
Por tanto, está claro lo que tenemos que hacer para tener unos huesos fuertes y unos dientes sanos, ¿verdad?