La algarroba es un sustituto del chocolate para quienes no quieren o no pueden comer azúcar. Si me tapan los ojos y me dan a probar su sabor, creo que no acertaría a distinguir cuál es cuál. Una de sus grandes ventajas sobre el chocolate es que sólo tiene un 2 por ciento de grasa. Por si eso fuera poco, la algarroba contiene un buen número de vitaminas y minerales e incluso está recomendada para quienes sufren gastritis, ardores de estómago o digestiones pesadas porque es rica en una fibra soluble que facilita la digestión. Todo ventajas, vamos.
Se puede comprar en polvo o en forma de crema, para untar, como si fuera nocilla. Es mejor no probarla, en serio.
Las industrias alimentarias y farmacéuticas la usan para mejorar el aroma y el sabor de muchos productos. También se utiliza para elaborar pienso para el ganado.
Se obtiene de un árbol que pertenece a la familia de las leguminosas y en España es muy conocida por los más mayores y por los que han sufrido la falta de alimentos durante la Guerra Civil, ya que se llegó a convertir en un alimento base.
Es producto típicamente mediterráneo aunque en Latinoamérica se consume mucho como un complemento de una dieta sana.