Paté de garbanzos

Aprovecho que sale un rayo de sol para hacer la foto

Aprovecho que sale un rayo de sol para hacer la foto

Comer legumbres es una sana costumbre aunque no esté muy de moda. Parece poco «cool» decir que te encantan las alubias, ¿verdad? Pues yo digo que fuera tonterías y todo el mundo a volver a los pucheros, que ahí está la sustancia de la vida o una buena parte, al menos. No quiero ser una exagerada pero parece que a mucha gente se le ha olvidado que sus antepasados vivieron a base de alubias, garbanzos y lentejas. Los filetes y el pescado eran un «lujo» que se comía de vez en cuando, una vez por semana como mucho. Ahora que tenemos a nuestro alcance muchos alimentos que antes ni soñaban, parece que comer platos de cuchara es una ordinariez, por no hablar de los efectos «secundarios» que tienen en muchos intestinos maltrechos.

Pero amig@s, no nos engañemos, si las legumbres causan movimientos indeseados en el vientre no es por ellas mismas sino por la cantidad de grasa y tropiezos nada terapeúticos (chorizo, morcilla, tocino, costilla) con los que muchas personas las cocinan.

Que sepáis que si las hacéis con alga kombu y con verduras,  no provocan hinchazón ni gases. Hacer la prueba, veréis.

En fin, que no me quiero enrollar pero si ya es difícil que incluyamos las legumbres en los menús de invierno y otoño, no quiero ni pensar en el verano!!

Es cierto que no apetece nada comer platos calientes cuando el sol aprieta pero es que tampoco es necesario. En verano las legumbres se cocinan de otra manera, más livianitas y frescas.

Es el caso de este rico paté de garbanzos con aguacate que me acabo de preparar y que me ha salido una cantidad ingente y eso que he puesto la mitad de los ingredientes de la receta original.

Aunque yo no tengo peques en casa, estoy segura de que no hay niño que se resista a este delicioso bocado, así que aquí tenéis una forma de enseñar a vuestros hijos a comer legumbres.

Lo podéis preparar para la merienda o para acompañar una cena ligera con una ensalada. Ahí va la receta!!

Ingredientes: 1 taza de garbanzos + 1 trocito de alga kombu + una pizca de sal marina sin refinar + 1,5 aguacates maduritos + 1 cucharada de aceite de oliva + 1 limón exprimido + 1 diente de ajo + 1 cucharada pequeña de pasta de umeboshi

Elaboración: Es la típica receta que puede hacer hasta un niño. Sólo necesita que sigas unos pasos muy simples. Pones a remojo durante una noche o siete horas los garbanzos. Los cocinas en una olla exprés durante hora y media con un trozo de alga kombu (2 o 3 centímetros), un poco de sal y tres tazas de agua.

Una vez cocidos, escurres los garbanzos y reservas el agua de cocción para hacer otra receta (un arroz, por ejemplo), picas un aguacate y medio, lo rocías con un poquito de limón para que no se ponga negro y lo echas junto a los garbanzos en una jarra para batir.

Añades el jugo de un limón, un diente de ajo cortado fino (sin el germen, para que no repita), una cucharada de aceite de oliva y una cucharadita de pasta de umeboshi.

Lo bates todo junto y quedará una pasta cremosa. Lo pruebas y si te resulta demasiado suave, añade unas gotitas más de limón o de umeboshi. También puedes incorporar un poco más de aguacate si te gusta mucho. Es cuestión de que cada «chef» le dé su toque.

Es un paté macrobiótico que se conserva bien en el frigo durante unos días (mejor si lo guardas en un tarro de cristal) aunque está tan bueno que si sois varios en casa no creo que te dure ni tres asaltos.

 

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