La Organización Mundial de la Salud (OMS) no se ha sacado ninguna conclusión de debajo de la manga. La carne procesada (embutidos, salchichas y bacón) estará muy rica y será una opción barata y cómoda para cenar pero tiene sustancias con poder carcinógeno (nitratos, AH, dioxinas…), además de grasa saturada.
Sin embargo, nadie está diciendo que por comer jamón un par de veces a la semana vas a enfermar de cáncer.
Para llegar a desarrollar un tumor por una mala alimentación tendrás que llevar una dieta que en su conjunto lo favorezca. La toxicidad de determinadas sustancias que están en unos alimentos depende de otros componentes y de cómo interaccionan entre ellos.
El médico especialista en estomatología Fernando Fombellida asegura en su último libro que «La mayoría de las sustancias tóxicas penetran en el interior de las células del organismo pero no inician por sí mismas la lesión de su material genético» porque necesitan ser transformadas primero.
Además, hay ciertos alimentos que pueden eliminar las sustancias tóxicas ( a través de la orina y de la bilis) antes de que dañen tus células. Otros impiden que la lesión precancerosa siga creciendo y otros actúan incluso cuando ya existen células cancerosas.
Algunos ejemplos de alimentos «anticáncer» son la col, la lombarda, las coles de bruselas, la coliflor, el brócoli, el ajo, la cebolleta, la cebolla, los puerros, las frutas del bosque, las manzanas, el té verde, la cúrcuma... En cambio, una dieta hipercalórica rica en grasas, proteínas de origen animal y azúcares puede favorecer que proliferen células precancerosas.
La alimentación es uno de los frentes con los que se puede prevenir el cáncer y otras enfermedades degenerativas, no el único, lo sé, pero ¿no te parece fascinante el poder que tienes para controlar tu regeneración celular?
En tu organismo se mueren constantemente millones de células que dejan espacio a otras nuevas.
Las que mueren son células con lesiones en su material genético (por la dieta, por fumar, etc). El organismo se deshace de ellas muy sabiamente para impedir que contagien alteraciones a sus células hijas.
¿Has oído hablar de la apoptosis?
Y de esta forma tan práctica se evita el desarrollo de tumores. A este proceso se le conoce científicamente como apoptosis (¡toma palabro!) o muerte celular programada.
Y nuevamente vuelvo con la importancia de llevar una dieta saludable porque hay alimentos que tienen capacidad para inducir esta muerte celular programada de las células dañadas, no de las sanas.
Y aún mejor, los científicos han demostrado con pruebas en laboratorios que llevar una dieta baja en calorías favorece también la apoptosis. Así que… suma y sigue.
Creo que nunca como ahora hemos tenido tanta información contrastada sobre la relación entre la dieta y el cáncer, pero me sorprende que la recomendación de la OMS haya generado tanta alarma.
¡No ha dicho nada que no hubieran dicho ya antes los científicos (y hace mucho más tiempo la medicina oriental y la macrobiótica)!
No sé si el problema es que el tema no se ha explicado bien o que la carne procesada es la base de la dieta de muchas personas y no quieren asumir que deberían hacer cambios.
El mismo día que la OMS advirtió de lo que puede pasar si no se lleva una dieta sana, leí en un periódico que un grupo de científicos había demostrado que el estrés laboral puede causar cáncer.
A nadie ha parecido importarle este estudio. No ha salido en ningún telediario, no se le ha preguntado al presidente del Gobierno por su opinión al respecto, ni ha sido trending topic en las redes sociales… ¿será que la gente no vive estresada? ¿o que el chorizo y el jamón son sagrados?
No tengo la respuesta pero algo me da que con las cosas de comer no se juega y menos si vienen del cerdo.
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