Me encantan los garbanzos en todas su variantes y esta receta especialmente. Soy una fan de esta legumbre, sí. Me vuelve loca. Creo que no hay una semana en la que no los coma… Hacer falafel es divertido y es mil veces más rico que el que puedes comer comprar ya hecho.
Es un plato típico de Oriente Medio pero ahora ya lo comemos en todo el mundo. Algo bueno tenía que tener la globalización, no?
Además de tener un sabor muy rico, gracias a la mezcla de los garbanzos con la cúrcuma, el perejil y el cilantro frescos, el ajo y el comino, es un plato muy sano, con propiedades anticáncer, como pregona en sus libros la doctora Odile Fernández.
Además, es sencillo de elaborar y tiene un coste bajo.
Así que ahí va la receta para que os pongáis manos a la obra.
Ingredientes: 400 gr de garbanzos cocidos +50 gr de anacardos crudos + 1 cebolla + 1 diente de ajo + un puñadito de perejil fresco + una pizca de cilantro fresco (opcional) + 1/2 cucharada de comino molido + 1/2 cucharadita de canela en polvo + 1/2 cucharada de cúrcuma + pimienta negra + 1 cucharada de aceite de oliva virgen
Elaboración: El perejil y el cilantro se lavan y se cortan picaditos, deshechando las partes duras. A continuación, se trituran todos los ingredientes hasta que te quede una masa homogénea, que dejarás que repose media hora.
Pasado ese tiempo, te lavas bien las manos y con ellas ligeramente húmedas haces bolitas. A la hora de cocinar el falafel, tienes dos opciones, freirlo en abundante aceite y escurrir bien antes de servir o meterlo al horno sobre un papel vegetal durante unos 15 minutos a 180 grados.
Elige la forma que más te guste. Si quieres hacerlo más ligero, para ti el horno y si no, ¡¡a freir se ha dicho!!
Tradicionalmente se sirve acompañado de una ensalada, con pan de pita o chapati y con una salsa de yogur o con tahín. A mí me gusta servirlo con hummus. Doble de garbanzo¡¡
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