Cómo hacer las paces con tu bikini y verte más sana y guapa

La primera mujer que posó con un bikini en los años 40 fue una bailarina o «stripper» del Casino de París, ya que ni las modelos se atrevían a dejarse fotografiar con tan poca ropa

La primera valiente en desafiar a la sociedad con  esta diminuta prenda fue Micheline Bernardini.  París, 5 de Julio de 1946.

La primera valiente en desafiar a la sociedad con esta diminuta prenda fue Micheline Bernardini. París, 5 de Julio de 1946.

El «culpable» de esta adorable y al mismo tiempo temida prenda fue un ingeniero y diseñador francés, Louis Rèard, que la presentó al mundo en el verano de 1946. Desde entonces, millones de mujeres toman el sol con ella.

A España no llegó hasta el año 1952 y la primera ciudad que legalizó su uso por medio de un decreto fue Benidorm (Alicante).

La actriz Brigitte Bardot es una de las divas del cine que más contribuyeron a hacer popular el bikini. Lucía como pocas esta prenda cuando descansaba en Saint Tropez y en Cannes (Francia).

Con el paso de los años, el bikini ha cambiado y se ha adaptado a los gustos de cada época pero estoy segura de que no hay mujer que no se haya puesto uno, aunque sólo sea en un probador de unos grandes almacenes.

El bikini se asocia con libertad de expresión, moda, broncearse al sol, vacaciones, diversión, calma…

Pero no es precisamente un aliado para la mujer que quiere ocultar las consecuencias de un patrón alimentario poco saludable.

Hay personas que sólo se dan cuenta de que tienen más grasa de la que necesitan cuando ponen un pie en la playa o en la piscina pero claro, empezar a comer bien en verano, justo cuando las tentaciones están más presentes que nunca es casi misión imposible.

Sin embargo, y más allá de que estéticamente sea bonito o feo, si te sobran un montón de kilos debes tomar conciencia de que tienes muchas papeletas para desarrollar enfermedades crónicascoronarias e incluso degenerativas (cáncer).

Por tanto, no te plantees el reto de perder peso como un objetivo a corto plazo para pasearte por la playa y lucir palmito. Eso se lo dejamos a las musas del cine, a las modelos y a las famosas de la prensa del corazón.

Quiero que seas consciente de que la grasa que acumulas no está ahí a modo de depósito de reserva por si vienen épocas de vacas flacas.

El exceso de grasa corporal puede favorecer el desarrollo de un tumor, principalmente de mama, endometrio y próstata, según advierte el estomatólogo Fernando Fombellida, que acaba de publicar un libro sobre «Cómo cocinar para prevenir el cáncer».

Por tanto, ¿no crees que es hora de poner solución a los kilos de más?

Estamos terminando el mes de mayo, sí, pero todavía falta casi un mes para el verano y si empiezas desde ya a cambiar tus hábitos, disfrutarás de unas vacaciones mucho más feliz, serena y ligera.

No creo en las dietas milagro ni en los productos quemagrasa. Apuesto por una forma de comer equilibrada, sabrosa y sana, que te va a hacer sentir como nueva en 30 días.

Tomar conciencia de que necesitas perder peso por salud y ponerle remedio será la mejor decisión que hayas tomado en mucho tiempo y no te arrepentirás nunca.

Además, no tiene sentido que te pases todo el año esperando al verano y cuando llegue el momento te entre «un ataque de ansiedad» porque no entras en el bikini.

Pero tranquila, tengo una buena noticia. Todo esto tiene solución y está en tus manos.

¿Te cuento cómo?  20 «tips» para conseguir un verano (y una vida)  más saludable y sin sobrepeso 

En los años 30 no existía la operación bikini.

En los años 30 no existía la operación bikini.

1.Sustituye el alcohol y las bebidas azucaradas por agua con medio limón exprimido y unas hojas de menta.

2.No comas postre y si quieres algo dulce, tómalo en la merienda pero en lugar de azúcar utiliza stevia y melazas de cereales.

3.Cuando te sirvas la comida, que no rebose el plato. Come con medida, a poder ser un plato único. Si eres más tradicional y te gusta comer un primero y un segundo, sírvete en platos de postre, así controlarás la cantidad y no te excederás. Un consejo importante, no te levantes de la mesa con la sensación de que vas a reventar. Deja libre un 20 % de tu estómago.

4. Mastica cada bocado entre 30 y 50 veces, ayudando así a tu digestión, y crea un ambiente armonioso en torno a este ritual. No discutas nunca mientras comes.

5. Come con tranquilidad, sin prisas ni ansiedad. Devorar lo que tienes en el plato en dos segundos no hará que desaparezcan tus problemas sino que comas más porque la sensación de haberte saciado llega pasados unos 20 minutos.

6. Reserva en tu comida y en tu cena un lugar especial para las verduras. Ellas son tus aliadas de belleza y salud. Procura que sean variadas, de la estación y de la zona. Si son ecológicas mejor porque las que no lo son están muy contaminadas por pesticidas químicos y metales pesados.

7. Hazte fan del arroz y de la pasta integrales, de la quinoa, del mijo, del cuscús, del bulgur, del trigo sarraceno… Come a diario hidratos de carbono integrales.

8. Cocina con poco aceite y con sal marina sin refinar.

9. Come legumbres siempre que quieras pero cocinadas con verduras, sin grasa, con un trocito de alga kombu y en cantidades pequeñas. En verano te entrarán mejor en forma de puré templadito antes de la comida, en ensalada o en su versión de salsa hummus.

10. No comas pan blanco ni harinas refinadas. Una cucharadita de chucrut o de pickles (verdura fermentada) en cada comida te ayudará a no tener antojos de chocolate, galletas y otros caprichos dulces.

11. Bebe té kukicha o bancha (té japonés de tres años). Alcaliniza la sangre y ayuda a perder peso.

12. Cena tres horas antes de ir a dormir y si no puedes por tus horarios, cena algo ligero.

13. Si sientes necesidad de depurar más, dos días por semana no comas nada sólido a partir de las seis de la tarde, salvo cosas muy ligeras y suaves como una crema de verduras, una sopa fría (en verano), un par de tortitas de arroz con un poco de compota de manzana, un smoothie… Si has hecho deporte o te sientes débil prepárate una cena sana.

14. Bebe en ayunas un zumo de zanahoria y manzana con medio limón, y date un buen paseo antes de desayunar.

15. Apaga la televisión o el ordenador y haz deporte. Imagina qué ocurriría si las dos horas  diarias que te pasas viendo la tele o enredando en internet las dedicaras a andar, correr o nadar.

16. Saca jugo a la vida y sonríe. Eres bella con kilos y sin ellos. Y si sigues estos sencillos consejos te sentirás más viva y despierta que nunca.

Haz como Marylin Monroe, disfruta del verano!!

Haz como Marylin Monroe, disfruta del verano!!

17. Olvida el cuento de las calorías. Ocúpate de tomar alimentos verdes, frescos y bajos en grasa y todo irá bien.

18. Huye de los alimentos procesados (los que vienen empaquetados y han pasado por un proceso industrial). Suelen tener grasas menos saludables, más sal de la aconsejable y casi siempre llevan azúcar, además de un montón de conservantes químicos. Una curiosidad: El 61 % de las calorías que come el español medio proceden de alimentos procesados.

19. Si comes fuera de casa, elige platos sencillos, sin salsas ni muchas grasas y deja el pan y el postre para otro (aunque lo hayas pagado y te duela).

20. Aprende a respirar profundamente y confía en tu poder para hacer cosas mágicas y sorprendentes como cambiar tu forma de comer y de relacionarte con la alimentación.

¿Cuál de estos consejos te llama más la atención?

Seguro que de los 20 hay al menos cinco que puedes adaptar a tu vida sin enterarte.

Prueba a hacerlo durante un mes y anota los cambios que experimentas.

Es mucho más que un método para restar kilos y quitarte años. Te ayudará a prevenir enfermedades y sacará a relucir la hermosa persona que eres.

Porque la belleza no se consigue a través de la báscula. Este plan detox está pensado para que consigas tu propósito mientras recuperas la armonía y te liberas de los hábitos alimentarios que te hacen daño.