Es un utensilio muy habitual en la cocina de una persona que practica la macrobiótica o la cocina japonesa. ¿Que por qué? Pues porque es muy útil para preparar sopa de miso.
Es un colador más pronfudo que los que tradicionalmente se usan en la cocina mediterránea y viene acompañado de una mano de mortero como la del suribachi.
El colador tiene un mango vertical diseñado para colocarlo en un cuenco y disolver ahí la pasta de soja fermentada (miso). Se disuelve justo cuando se va a tomar.
Es necesario disolver el miso en la sopa fuera de la cazuela para evitar que hierva y pierda sus propiedades. Yo uso la variedad Mugi Miso (miso de cebada) porque es el que más me gusta y la cantidad que pongo es media cucharada por persona.
Lo podemos comprar en tiendas de comida asiática, herboristerías o establecimientos de dietética.
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