Artículos en esta categoría: Alimentación

Diez razones para comer ensalada prensada

La lombarda le da un color espectacular

La lombarda le da un color espectacular

 

La ensalada es un plato que triunfa en verano y en las latitudes donde hace más calor pero no siempre es sinónimo de comida ligera y sana. Si el aliño lleva mucho aceite y vinagre o salsas…es mejor decantarse por otra opción.

En macrobiótica, el uso que se hace de la ensalada es perfecto porque se utiliza el método del prensado, que deriva en un proceso de fermentación y las ventajas sobre las ensaladas comunes y corrientes son más que considerables. ¿Quieres saber por qué? leer más

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Francisco Varatojo: La macrobiótica es muy revolucionaria y está al alcance de cualquiera

Francisco Varatojo es uno de los consultores de macrobiótica más reconocidos del mundo y aunque vive en Lisboa, viaja a menudo para impartir seminarios y conferencias

Francisco Varatojo es uno de los consultores de macrobiótica más reconocidos del mundo y aunque vive en Lisboa, viaja a menudo para impartir seminarios y conferencias

Francisco Varatojo, director del Instituto Macrobiótico de Portugal (IMP), cuenta en una entrevista a sugarnobaby su visión más revolucionaria sobre la macrobiótica.

Como profesor, es muy habitual escucharle hablar sobre enfermedades degenerativas y sobre el cáncer pero el que fuera asistente personal de Michio Kushi durante años, también cree que la macrobiótica tiene otro papel importante que jugar en la sociedad actual.

Dirige el centro educacional macrobiótico con más alumnos del mundo y considera que al margen de los Estados Unidos y de algunos países de Europa donde la macrobiótica ha sido muy difundida como una dieta restrictiva para personas con cáncer y otras enfermedades muy serias, muchos jóvenes se acercan al IMP atraídos por otra de las caras de la macrobiótica.

 ¿La macrobiótica interesa a la juventud? ¿Tiene futuro?

 R: La macrobiótica, como filosofía de vida es muy revolucionaria, es una herramienta muy buena para transformar muchos de los problemas sociales actuales.  Como tal, debería interesar a la juventud, que normalmente tiene una esencia menos conformista y más revolucionaria.

 ¿Esta filosofía de vida qué ofrece a los jóvenes?

 R: La posibilidad de ayudar a crear un mundo más sano, más justo y de contribuir a la regeneración del planeta, una tarea esencial si queremos dejar un planeta habitable para nuestros descendientes.  A un nivel personal, aporta más vitalidad, más creatividad, más libertad personal, y la capacidad de aprender a usar nuestra propia inteligencia e intuición.

 ¿Cómo se lleva una vida macrobiótica viajando por todo el mundo?

 R: Cuando estoy en Lisboa como en casa o en el instituto, por lo que tengo una práctica macrobiótica bastante buena. Cuando viajo,  soy más flexible pero no tomo carne, lácteos, azúcar o productos químicos. Si tengo compromisos sociales puedo comer algo con lácteos o azúcar pero es bastante raro y a la hora de comer fuera, elijo normalmente restaurantes orientales donde siempre encuentro arroz, pasta, verduras o algo de pescado.

   ¿Crees que habría menos conflictos en el mundo si comiéramos más de acuerdo con los principios que propone la macrobiótica?

 R: Por supuesto que sí. Si nuestra alimentación está más basada en productos vegetales la tendencia es a ser personas más pacíficas. Eso no significa que no haya personas vegetarianas bastante agresivas o personas que comen mucha carne y que son muy pacíficas, pero de una forma general, la alimentación que elegimos influye de manera enorme en nuestro comportamiento.

 La ciencia empieza a reconocer que la alimentación tiene poder preventivo en algunas enfermedades como el cáncer… ¿Crees que se está produciendo un cambio, una evolución?

 R: Sí, cada vez más hay evidencia científica de que lo que comemos es la causa de la mayoría de los problemas de salud modernos y eso va a ser cada vez más evidente.

 Una de las enfermedades que más preocupan a la sociedad actual es el cáncer, ¿qué ofrece la macrobiótica frente a los tratamientos tradicionales como la quimioterapia?

 R: Hay muchas personas en todo el mundo que se han recuperado de cáncer con una práctica macrobiótica y aquellas que siguen un tratamiento de quimio o radioterapia tienen normalmente muchos menos efectos colaterales.

 Y si un paciente va a tu consulta y te dice que quiere ser feliz, ¿qué le recetas?

R: Esa es una cuestión de decisión personal, la persona tiene que decidir querer ser feliz. En nuestra mano está pasarnos toda la vida en la queja y en el papel de víctima o decidir que queremos ir adelante y vivir nuestra vida de una forma gratificante y feliz.

De todas formas, yo le aconsejaría también que coma bien, que haga alguna actividad física, que esté en contacto con la naturaleza y que haga cosas que le dan placer.

¿Esta forma de alimentarse está al alcance de cualquiera? ¿Se puede llevar una vida macrobiótica y natural sin gastarse una fortuna?

 R: Sí, claro. Los alimentos base de la práctica son muy baratos: Cereales, verduras, legumbres, frutos secos y semillas. No es necesario ser rico para seguir la macrobiótica.  Está perfectamente al alcance de cualquiera.

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La macrobiótica, by Lola

Me comería un filetazo pero como no me lo das…toma bocado¡¡¡

Me llamo Lola y para mí la macrobiótica es una puñeta. Que ¿por qué? Porque mi dueña, la que tú conoces como sugarnobaby, no pone en la mesa un filete ni un muslo de pollo ni por casualidad. Y encima la tía dice que no es vegetariana, ni vegana. Que no come carne porque no le apetece. Joder, pues a mí sí¡¡

Aún así es una tipa de narices y nos lo pasamos bien juntas

Aún así es una tipa de narices y nos lo pasamos bien juntas

A lo máximo que aspiras en casa de un macrobiótico es a que se caiga al suelo algún trozo de zanahoria o de calabaza. El resto de verduras me la pelan un poco. Eso sí, todo lo que se le cae y acaba en mi estómago es ecológico y tiene un sabor increíble pero un poquito de pan de vez en cuando…tampoco estaría mal, no? Pues nada, ni eso. El poco pan que come se lo zampa ella solita y no me deja ni una miga.

Vale, seamos justos, reconozco que me tiene en un pedestal

Vale, seamos justos, reconozco que me tiene en un pedestal

Hubo un tiempo en que se le cruzó algún cable y me daba de comer arroz integral con pollo y verduritas. Uff¡¡ Qué tiempos aquellos. Fue una experiencia demasiado breve. Algún listo de turno le comió la cabeza con que se me iban a fastidiar los dientes y cosas por el estilo y al día siguiente, tenía en mi plato las mismas bolas secas de siempre. Hombre, igual también influyó que me ponía tan ansiosa con aquella comida que la gruñía aunque estuviera a un metro.

Cuando se me abre la boca ella dice que es el hígado, que se está liberando, yo digo que me aburro

Cuando se me abre la boca ella dice que es el hígado, que se está liberando, ¿y no será que simplemente me aburro?

Hay que tener paciencia con esta gente (los macrobióticos). Son gente maja, en serio. En el fondo ellos se preocupan no sólo por su salud sino por la de todos los que les rodean e incluso por la del planeta. Yo ya me he acostumbrado a su estilo de vida y la verdad es que a ella se la ve muy feliciana. Y si ella está feliz, yo lo estoy más.  Claro que si algún día le apetece pegarse un festín con carne, yo la primera en la fila.

(Ah,  las fotos me las ha hecho un tal erredehierro, que le hace caso en todo lo que dice).

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Cepillo para limpiar verduras

Si consumes verduras ecológicas no es necesario que las peles antes de cocinarlas, utiliza un cepillo para limpiarlas y así aprovecharás la piel y no tirarás al cubo de la basura parte de sus vitaminas.

En este práctico vídeo puedes ver cómo se usan estos cepillos. Hay muchos tipos. Yo uso uno menos sofisticado que éste pero al final el resultado es el mismo.

Es un utensilio que no debería faltar en tu cocina ¿no crees?

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La fiebre del azúcar

El consumo mundial de azúcar tiene muchas caras, una de ellas es la presión sobre la tierra y sobre los agricultores pobres,  a los que se les echa de sus fincas y de sus hogares para producir azúcar a gran escala.

¿Sabías que entre 1961 y 2009 el consumo mundial de azúcar y edulcorante se ha incrementado en más del doble y que para 2020 se prevé que vuelva a crecer en un 25 por ciento?

Si esto es así, los conflictos por el azúcar aumentarán y muchas personas más perderán sus casas y sus tierras. ¿Podemos hacer algo para evitarlo?

La ONG Oxfam Internacional, autora del estudio «La fiebre del azúcar», cree que sí y te pide tu colaboración.

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