Artículos en esta categoría: Recetas

Cómo hacer un helado sano y con propiedades anticáncer

By sugarnobaby

Helado de frambuesas y moras. En el campo todo sabe mejor. Foto sugarnobaby

Mi idea sobre los helados ha cambiado desde que he hecho esta receta. Hacía años que no disfrutaba de un helado como lo he hecho hoy.

Hasta ahora renunciaba a este placer…

Y si alguna vez «pecaba» no lo disfrutaba como debía, pensando en la cantidad de azúcar, lácteos y grasas que me estaba comiendo. Pero se acabó. Mis veranos a partir de ahora también tendrán sabor a helado. El que he hecho hoy lleva frambuesas y moras, dos frutas que además de estar deliciosas tienen propiedades anticáncer.

Tengo que darle las gracias a Odile Fernández y a su agenda 2015.

Un día de agosto, mientras pasaba páginas para ver fotos de sus recetas quedé atrapada por una en la que una mora y una frambuesa medio escarchaditas me miraban y me decían cómeme. leer más

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Cóctel de fresas con crema de avellanas caliente

 

No me digas que no te está pidiendo a gritos que lo pruebes

No me digas que no te está pidiendo a gritos que lo pruebes

¿Cuántas veces has puesto como excusa la falta de tiempo para no hacer un postre? O ¿cuántas veces has pensado en voz alta…total…si tengo la nevera vacía…ni me molesto?

Pues aquí vengo yo con un postre casero sano, rico y a prueba de pretextos.

Si lo tuyo no es pasarte horas cocinando pero quieres comer bien y rematar mejor una comida de fin de semana, toma nota porque esta receta es para ti. leer más

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Salteado de puerros y tofu

Ejemplo de cómo comer bien sin pasarte horas en la cocina

Ejemplo de cómo comer bien sin pasarte horas en la cocina

Si llega la noche y no has preparado nada para cenar y estás tan cansada o cansado que no tienes ganas de mover un dedo, esta receta es para ti.

Se prepara en unos minutos y tiene un sabor muy rico gracias al toque de la salsa de shoyu (soja fermentada con trigo, agua y sal), más suave y menos salada que el tamari, aunque si tienes alergia al gluten, quédate con el tamari, porque no tiene trigo. leer más

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Quinoa con verduras y algas

 

La buena fama que persigue a la quinoa juega en contra de nuestro bolsillo pero de vez en cuando merece la pena...

La buena fama que persigue a la quinoa juega en contra de nuestro bolsillo pero de vez en cuando merece la pena…

Este pequeño grano llamado quinoa es un pseudocereal y se distingue del resto de cereales en que es el único que tiene todos los aminoácidos esenciales con los que nuestro organismo construye las nuevas proteínas.

La planta de la quinoa crece en montañas muy altas, en los Andes, y es muy apreciada por sus propiedades. Es un alimento muy completo y cuando lo comemos, no hace falta que lo acompañemos con proteína (ni vegetal ni animal).

Además, no tiene gluten (para felicidad de los celíacos) y es rica en Omega 3. Era el alimento base de incas y aztecas pero ahora hasta la NASA la incluye en las dietas de los astronautas durante sus viajes al espacio.

También es muy interesante para deportistas porque contiene mucho magnesio, un mineral que ayuda a recuperarse del ejercicio físico, y es rica en zinc, lo que mejora la resistencia muscular.

La proporción de sus nutrientes es muy equilibrada y además de hidratos de carbono de absorción lenta, también contiene una cantidad elevada de proteínas y de fibra, lo que hace que nos saciemos antes, por lo que es un alimento que toda persona que quiere bajar de peso debería conocer.

Además, previene enfermedades cardiovasculares, disminuye el colesterol y ayuda a regular la hipertensión.

Su índice glucémico es inferior al del arroz blanco, así que los diabéticos también están de enhorabuena.

Se cocina bastante rápido, normalmente con tres partes de agua por una de quinoa, aunque en esta receta he usado menos líquido. Las paellas de quinoa quedan también muy buenas y si estás cocinando para mucha gente puede ser una buena alternativa al arroz integral porque se hace mucho antes y se le coge muy bien el punto.

En cuanto se hincha el grano y le sale un anillito blanco alrededor, es que ya está lista.

Te cuento cómo he preparado esta receta, en la que además he usado dos tipos de algas, wakame y arame, otra maravilla de la naturaleza, de la que hablaremos otro día.

Ingredientes: 1 taza de quinoa + 2 tazas de agua + 1 cebolla + 1 ajo + 1 zanahoria + 1 cucharada de algas secas (wakame y arame, remojadas 15 minutos)  + 1 cucharadita de aceite de sésamo + 1 pizca de sal + «nata» de almendras (ecológica)

Elaboración: Pones a remojo un trocito de alga arame seca y unas hebras de alga arame. Lavas bien la quinoa debajo del grifo y la escurres.

Cortas muy finita una cebolla y un ajo, los ablandas en una sartén con una cucharadita de aceite (extendida con un pincel sobre la base de una cazuela o sartén) y con una pizca de sal.

Pasados unos minutos, cortas una zanahoria también en brunoise y la agregas a la cazuela. Remueves y dejas que se ablande también la zanahoria.

Por otro lado, pones a hervir en otra cazuela el agua con un poco de sal y cuando rompa a hervir agregas la quinoa y las algas bien escurridas y cortadas en trocitos pequeños.

Cocinas la quinoa a fuego medio durante un cuarto de hora aproximádamente. La cuelas y reservas.

Echas un chorrito de «nata» de almendras o de coco a la zanahoria y a la cebolla, y lo cocinas unos cinco minutos.

A continuación, añades la quinoa con las algas después de escurrir el líquido sobrante que haya podido quedar de la cocción.

Lo remueves todo junto y si hace falta añades otro poquito del preparado de almendras. Es importante que le des unas vueltas y que se impregnen bien los sabores.

Pasados cinco minutos ya estará lista para servir. Puedes adornar la quinoa con una ramita de perejil o de cebollino.

Acompaña este plato con una ración de verduras y con una crema o sopa por delante y serás invencible (o casi) ¡¡¡¡

(Receta basada en la cocina energética y macrobiótica. Apta para todos los públicos, incluso para los carnívoros y para los que no han visto un grano de quinoa en su vida).

 

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Bebida dulce de kuzu

Esta maravilla de la naturaleza se toma templadita

Esta maravilla de la naturaleza se toma templadita

La naturaleza está llena de plantas que nos pueden ayudar y hay algunas como el kuzu ((Pueraria Lobata) que son además muy fáciles de usar.

El kuzu se vende a granel o empaquetado y tiene forma de torroncitos blancos irregulares, parecen trocitos de tiza blanca. Se extraen de la raíz de la Pueraria Lobata, donde están la mayoría de los principios activos de la planta, y se utililizan con fines medicinales.

El kuzu se consigue después de lavar y secar al aire libre esta raíz. Es un proceso muy laborioso y parece que debido a ello mucho del kuzu que se encuentra en las tiendas no es puro, así que conviene que leas bien lo que indica en el paquete y no te fíes del que te vendan muy barato.

Al fin y al cabo, si vas a utilizar kuzu no lo haces por su sabor sino porque quieres aprovecharte de sus propiedades para regenerar la flora bacteriana y subir las defensas, fortalecer la digestión o combatir una diarrea.

Así que merece la pena que busques uno de calidad, aunque te cueste un poquito caro. Cunde bastante porque para cada preparación utilizarás una cucharadita pequeña.

Ahora que estamos en invierno y que la gripe suele campar a sus anchas es bueno que lo conozcas y que lo empieces a usar. Te voy a aconsejar una preparación que es muy dulce y sabrosa, se hace en unos minutos, y a los niños les va a gustar mucho.

De paso, sabrás que estás dándoles un probiótico totalmente natural. Si has tenido que tomar antibióticos durante un tiempo, ayúdate con kuzu a reparar el daño que han hecho en tus maltrechos intestinos.

Piensa que esta planta crece en suelos estériles, sobre todo volcánicos, y no sólo crece en ellos sino que los regenera, así que no habrá intestino barrido que se le resista, jajaja.

Vamos a ver una preparación muy fácil y rica para las personas de cualquier edad. También puedes añadir kuzu a una compota y así tomarás un postre super sano.

Ingredientes: 1 cucharadita de kuzu + agua + zumo de manzana

Elaboración: Disuelves la cucharadita de kuzu en un vasito con un poquito de agua (el culito del vaso es suficiente), calientas en un cazo al fuego un vaso de zumo de manzana, añades el kuzu disuelto y remueves con una cuchara de madera hasta que el kuzu pierde su tonalidad blanca y queda transparente (3 minutos aproximádamente). Notarás que espesa el zumo de manzana.

Se toma templadito, principalmente en ayunas pero también se puede beber a media mañana o a media tarde.

Conviene beberlo durante unos días seguidos para notar sus efectos terapéuticos.

Si has pasado una gripe o estás en ella, ayúdate a aliviar la sensación de cansancio y a bajar la fiebre.

Es excelente para los niños con catarros y resfriados, notan sus efectos muy rápido.

Si estás estreñido o tienes diarrea también es un remedio estupendo para ti.

También se utiliza cuando hay personas que quieren dejar de fumar o de beber alcohol porque reduce los síntomas de la abstinencia.

Otras enfermedades que mejoran con kuzu son los dolores articulares, la hepatitis, la cirrosis, la diabetes,  los problemas de colon, la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca.

Por si todo esto fuera poco, también tiene efectos a nivel energético y emocional. Nos ayuda a poner los pies en la tierra, a ser más decididos y a actuar en vez de darle tantas vueltas a las cosas…

¿Alguien necesita un poquito de esta maravilla? Yo ya soy fan, quiero kuzu en mi vida pero a paladas!!! jijiji

 

 

 

 

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