Estas hamburguesas macrobióticas son perfectas para atraer a los niños a una cocina sana y equilibrada pero desde luego son deliciosas para cualquiera. Además, con estas hamburguesas no hay trampa ni cartón, son de arroz y verduras, de nada más.
Ingredientes: arroz integral + puerro muy picadito + zanahoria rallada + avellanas muy troceadas y machacadas + perejil + pizca de orégano
Elaboración:
Lavas el arroz integral, lo escurres y lo cueces en una olla exprés durante 45 minutos con dos partes de agua por una de arroz.
Mientras se cuece, tuestas las avellanas y las machacas sin piel en un mortero hasta que se queden muy troceadas. Por otro lado, cortas un puerro en trozos muy pequeñitos y rallas una zanahoria grande, también en tiras pequeñas.
Dejas el arroz enfriar y si lo haces el día anterior mejor porque tendrá una consistencia más pastosa y será más fácil a la hora de darle la forma de hamburguesa.
Mezclas todos los ingredientes con el arroz, incluido el perejil y el orégano, con ayuda de una cuchara de madera. Ten cuidado de no poner mucha verdura para que te salgan mejor las hamburguesas y no se desparramen.
Si te quedan demasiado hidratadas y no hay manera de que tomen forma, añade unos copos de avena y solucionado el problema.
A continuación, mójate las manos en agua y empieza a hacer tus hamburguesas. Si tienes niños a tu alrededor, comparte este momento con ellos y verás cómo se divierten y luego hasta les saben mejor.
En un plato llano extiende una capa de arrurruz o de harina de garbanzos o de polenta y embadurna tus hamburguesas con ello.
Calienta aceite en una sartén y fríelas durante unos minutos hasta que queden doraditas y listas para hincarles el diente.
Esta receta es perfecta para romper la monotonía de un arroz integral básico, sobre todo si llevas un par de días comiéndolo.